El fallecimiento el 28 de octubre de 2012 de Santiago Carrillo ponía fin a 97 años vividos intensamente y en primera fila de la política. Hijo de Wenceslao Carrillo, dirigente socialista, afirmaba que sus primeros recuerdos infantiles son los de la visita a su padre en la cárcel, condenado por la huelga de 1917. Siendo aún adolescente participó en la huelga de 1934 y pasó por la cárcel, donde se radicalizó. Tras un viaje a Moscú logró unificar las juventudes del PSOE y del PCE en vísperas de la guerra civil, para a continuación unirse a los comunistas. Durante la guerra tuvo lugar uno de los episodios más oscuros de su vida, la matanza de presos nacionales en Paracuellos, cuando era responsable de Seguridad en Madrid. Tras la guerra permaneció 38 años exiliado, siempre al frente de la dirección comunista, que ejerció con mano de hierro. Su giro hacia el eurocomunismo y su papel fundamental en la Transición fueron puliendo la percepción de su figura.Paul Preston, el historiador más importante del siglo XX español, autor de las biografías definitivas de Franco y de Juan Carlos I, dedica su nuevo libro a uno de los personajes más fascinantes e inasibles de la historia reciente de nuestro país.
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El fallecimiento el 28 de octubre de 2012 de Santiago Carrillo ponía fin a 97 años vividos intensamente y en primera fila de la política. Hijo de Wenceslao Carrillo, dirigente socialista, afirmaba que sus primeros recuerdos infantiles son los de la visita a su padre en la cárcel, condenado por la huelga de 1917. Siendo aún adolescente participó en la huelga de 1934 y pasó por la cárcel, donde se radicalizó. Tras un viaje a Moscú logró unificar las juventudes del PSOE y del PCE en vísperas de la guerra civil, para a continuación unirse a los comunistas. Durante la guerra tuvo lugar uno de los episodios más oscuros de su vida, la matanza de presos nacionales en Paracuellos, cuando era responsable de Seguridad en Madrid. Tras la guerra permaneció 38 años exiliado, siempre al frente de la dirección comunista, que ejerció con mano de hierro. Su giro hacia el eurocomunismo y su papel fundamental en la Transición fueron puliendo la percepción de su figura.Paul Preston, el historiador más importante del siglo XX español, autor de las biografías definitivas de Franco y de Juan Carlos I, dedica su nuevo libro a uno de los personajes más fascinantes e inasibles de la historia reciente de nuestro país.